Una encuesta reveló que el modelo de mujer flaca, casi andrógina, no es atractivo para la mayoría de los hombres. Ellos aseguran que prefieren una silueta rellenita, aunque sin exagerar. Una sexóloga y un psicoanalista defienden la antigua concepción de la figura femenina.
Hace 10 años, cuando Cristian, de 31 años, conoció a su novia, Luciana, de 29, no le importó que ella pasara todo el tiempo preocupada por bajar de peso y sudando en un gimnasio. Pero hace unos meses comenzó a preocuparse. “Ya no tenía de dónde agarrarme”, cuenta el joven, que es administrador de empresas. Estaba tan flaca que casi no se le notaban los pechos, había perdido volumen en su cola y no se diferenciaba su cintura de su cadera. “No me gustan las gorditas, pero tampoco que no tengan forma de nada. Por suerte, mi novia lo entendió, aunque sigo luchando para que se rellene un poco más”, bromea.
Tan flacas no va más. Ellos no quieren distraerse en cuerpos delgados, de líneas rectas. Les encanta dar vueltas por las curvas, recorrer con sus miradas un trasero redondito, una cintura demarcada y pechos voluptuosos. Los hombres ahora las prefieren pulposas.
Según una reciente encuesta realizada por la consultora D’Alessio IROL, para la revista “ELLE”, el 37% de los hombres confesó que le fascinan las curvas. Pero tampoco hay que exagerar: las rellenitas no les resultan atractivas. Prefieren una figura esbelta, pero formada.
La obsesión por poder lucir los talles XS, la necesidad de subirse a la balanza del baño cada mañana parece haber cansado a muchos hombres. Según se desprende del sondeo, a ellos no les importa la talla que las mujeres usan, sino que posean unas proporciones adecuadas y equilibradas.
Erotizadas
En otras épocas, la gordura era sinónimo de opulencia y de belleza. Pero desde hace unas tres décadas se instaló el criterio de la delgadez como paradigma de lo bello en el cuerpo femenino, detalla el psicólogo Arturo Gómez López, especializado en terapia de pareja.
“Las formas sinuosas volvieron a ser erotizadas, después de haber criticado (por el alto grado de padecimiento que produjo, tanto a nivel psíquico como físico) a la extrema delgadez como modelo de belleza”, explica el experto. Y añade: “hoy las curvas se asocian a más belleza y a mayor atractivo sexual. Además, las mujeres rellenas tienen menos dificultades para mostrar la desnudez”.
Para muchos hombres, la vida “0% grasa” le quita atractivo al género femenino. Hay quienes se pasan el tiempo pensando en la balanza y no pueden disfrutar de lo que tienen. Es por eso que ellos prefieren un nuevo modelo de belleza, con un mayor porcentaje de grasa corporal, más alcanzable para todos, afirma Gómez López.
Sin embargo, el nutricionista Francisco D’Onofrio aclara que hay que dejar de pensar que las personas pueden entrar en un molde determinado. “Cada mujer tiene un peso saludable; depende de su contextura ósea y de su masa muscular”, explica.
El especialista estima que, en el fondo, el exceso de peso es algo más importante para las mujeres que para los hombres que las miran: “ellas quieren verse lindas para competir con otras mujeres; no lo hacen por nosotros”.
Marina Villalba, profesora de un gimnasio, está convencida de que se acabaron los tiempos en que la belleza femenina se centraba en modelos “flacuchas” y altas.
“El problema es que las mujeres nos sentimos muy presionadas por la sociedad y la televisión, que sigue idealizando los cuerpos delgados. En realidad, los hombres ya no se fijan en las flacas como una tabla. Siempre miran y opinan: ‘qué buena cola, qué lolas espectaculares’. Sin embargo, nosotras pensamos que si tenemos mucho de arriba y de abajo estamos gordas”, reflexiona. Y propone: “hay que hablar el mismo idioma ¿Para qué pelear con los kilos? Preocuparse por las caderas pronunciadas y los glúteos rellenos debería ser un asunto menor si al final a ellos no les importa”.
Pulposo para ellos, rollizo para ellas
La belleza no es lo mismo para ellas que para ellos ni siquiera en lo referente al vocabulario, según la encuenta de la revista ELLE, que recopiló la opinión de 286 hombres y mujeres. Lo que es pulposo y generoso en el lenguaje masculino es hinchado y rollizo en el léxico de la mujer. Para ellas (el 30%), el hombre más atractivo no es ni flaco ni gordo, ni tampoco el súpermusculoso.
Vergüenza de los kilos que sobran
De acuerdo con los resultados de la encuesta, las mujeres se avergüenzan más que los varones si están excedidas de peso. Un 64% de ellas e siente incómoda al ponerse la malla, contra un 31% de ellos. Un 62% de las mujeres siente que nada la hace ver bien contra un 24% de varones. Un 56% de féminas se pone mal cuando va a comprar ropa contra un 30% de ellos.
Hace 10 años, cuando Cristian, de 31 años, conoció a su novia, Luciana, de 29, no le importó que ella pasara todo el tiempo preocupada por bajar de peso y sudando en un gimnasio. Pero hace unos meses comenzó a preocuparse. “Ya no tenía de dónde agarrarme”, cuenta el joven, que es administrador de empresas. Estaba tan flaca que casi no se le notaban los pechos, había perdido volumen en su cola y no se diferenciaba su cintura de su cadera. “No me gustan las gorditas, pero tampoco que no tengan forma de nada. Por suerte, mi novia lo entendió, aunque sigo luchando para que se rellene un poco más”, bromea.
Tan flacas no va más. Ellos no quieren distraerse en cuerpos delgados, de líneas rectas. Les encanta dar vueltas por las curvas, recorrer con sus miradas un trasero redondito, una cintura demarcada y pechos voluptuosos. Los hombres ahora las prefieren pulposas.
Según una reciente encuesta realizada por la consultora D’Alessio IROL, para la revista “ELLE”, el 37% de los hombres confesó que le fascinan las curvas. Pero tampoco hay que exagerar: las rellenitas no les resultan atractivas. Prefieren una figura esbelta, pero formada.
La obsesión por poder lucir los talles XS, la necesidad de subirse a la balanza del baño cada mañana parece haber cansado a muchos hombres. Según se desprende del sondeo, a ellos no les importa la talla que las mujeres usan, sino que posean unas proporciones adecuadas y equilibradas.
Erotizadas
En otras épocas, la gordura era sinónimo de opulencia y de belleza. Pero desde hace unas tres décadas se instaló el criterio de la delgadez como paradigma de lo bello en el cuerpo femenino, detalla el psicólogo Arturo Gómez López, especializado en terapia de pareja.
“Las formas sinuosas volvieron a ser erotizadas, después de haber criticado (por el alto grado de padecimiento que produjo, tanto a nivel psíquico como físico) a la extrema delgadez como modelo de belleza”, explica el experto. Y añade: “hoy las curvas se asocian a más belleza y a mayor atractivo sexual. Además, las mujeres rellenas tienen menos dificultades para mostrar la desnudez”.
Para muchos hombres, la vida “0% grasa” le quita atractivo al género femenino. Hay quienes se pasan el tiempo pensando en la balanza y no pueden disfrutar de lo que tienen. Es por eso que ellos prefieren un nuevo modelo de belleza, con un mayor porcentaje de grasa corporal, más alcanzable para todos, afirma Gómez López.
Sin embargo, el nutricionista Francisco D’Onofrio aclara que hay que dejar de pensar que las personas pueden entrar en un molde determinado. “Cada mujer tiene un peso saludable; depende de su contextura ósea y de su masa muscular”, explica.
El especialista estima que, en el fondo, el exceso de peso es algo más importante para las mujeres que para los hombres que las miran: “ellas quieren verse lindas para competir con otras mujeres; no lo hacen por nosotros”.
Marina Villalba, profesora de un gimnasio, está convencida de que se acabaron los tiempos en que la belleza femenina se centraba en modelos “flacuchas” y altas.
“El problema es que las mujeres nos sentimos muy presionadas por la sociedad y la televisión, que sigue idealizando los cuerpos delgados. En realidad, los hombres ya no se fijan en las flacas como una tabla. Siempre miran y opinan: ‘qué buena cola, qué lolas espectaculares’. Sin embargo, nosotras pensamos que si tenemos mucho de arriba y de abajo estamos gordas”, reflexiona. Y propone: “hay que hablar el mismo idioma ¿Para qué pelear con los kilos? Preocuparse por las caderas pronunciadas y los glúteos rellenos debería ser un asunto menor si al final a ellos no les importa”.
Pulposo para ellos, rollizo para ellas
La belleza no es lo mismo para ellas que para ellos ni siquiera en lo referente al vocabulario, según la encuenta de la revista ELLE, que recopiló la opinión de 286 hombres y mujeres. Lo que es pulposo y generoso en el lenguaje masculino es hinchado y rollizo en el léxico de la mujer. Para ellas (el 30%), el hombre más atractivo no es ni flaco ni gordo, ni tampoco el súpermusculoso.
Vergüenza de los kilos que sobran
De acuerdo con los resultados de la encuesta, las mujeres se avergüenzan más que los varones si están excedidas de peso. Un 64% de ellas e siente incómoda al ponerse la malla, contra un 31% de ellos. Un 62% de las mujeres siente que nada la hace ver bien contra un 24% de varones. Un 56% de féminas se pone mal cuando va a comprar ropa contra un 30% de ellos.
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